Igualdad de Derechos, Igualdad de Oportunidades: Educación y Discapacidad
En la mayoría de países con ingresos bajos y medios, las niñas y los niños con discapacidades tienen más probabilidades de quedar fuera del sistema escolar que cualquier otro grupo de niños y niñas; incluso cuando asisten a la escuela, los niños y niñas discapacitados tienen más posibilidades de abandonarla antes de finalizar. En algunos países, sufrir una discapacidad puede más que duplicar la posibilidad de que una niña o un niño no asistan a la escuela si se compara con sus iguales no discapacitados. No es, pues, sorprendente que en muchos países los niños y las niñas con discapacidad constituyan la gran mayoría de los que no disfrutan de escolarización. Para los que sufriendo una discapacidad asisten a la escuela, la calidad y la forma de la escolarización recibida – a menudo en escuelas segregadas – puede fomentar la exclusión de la sociedad y reafirmar las opiniones negativas de la gente por lo que respecta a la discapacidad.
- - En Malawi y en Tanzania, una niña o un niño con discapacidad tiene dos veces más posibilidades de no haber asistido nunca a la escuela que una criatura que no sufra ninguna discapacidad. En Burkina Faso, el hecho de sufrir una discapacidad aumenta en dos veces y media el riesgo de que las niñas y los niños no asistan a la escuela.
- - En Bolivia se estima que 95% de la población entre 6 y 11 años de edad asisten a la escuela, mientras que sólo 38% de las niñas y los niños con discapacidad lo hacen; más del doble de posibilidades de no asistir a la escuela.
- - En Etiopía, según el Ministerio de Educación, menos del 3% de los niños y niñas con discapacidad tienen acceso a la educación primaria, y el acceso a la escolarización se reduce rápidamente a medida que los alumnos progresan en la escala educativa.
- - En Nepal, 85% del total de niñas y niños no escolarizados son discapacitados.
- - Las niñas con discapacidad lo tienen peor que los niños. Un estudio realizado en Malawi mostró que hay más niñas con discapacidad que nunca han asistido a la escuela que niños. Ello se traduce en tasas de alfabetización más bajas en la edad adulta: por ejemplo, las estadísticas nacionales en Ghana muestran que la tasa de alfabetización de adultos no discapacitados se sitúa en 70%, que se reduce a 56% para los adultos que sufren discapacidad, y que disminuye hasta 47% cuando son mujeres las que la sufren.
- - Italia es el único país europeo donde casi todos los alumnos discapacitados (más de 99%) asisten a escuelas ordinarias.
Superar los desafíos, y la grave discriminación, que afrontan las niñas y niños con discapacidad, es un asunto urgente. En primer lugar, negar el derecho a la educación es robar a niños y niñas los futuros beneficios que conlleva la educación y la oportunidad de acceder a otros derechos – por ejemplo, limitando las oportunidades laborales o la participación cívica activa durante el transcurso de la existencia. Restringe la plena participación social, exacerba la exclusión, y limita la posibilidad de que una persona escape de la pobreza. Ésta y otras barreras con las que tropiezan las personas discapacitadas identifican a los que normalmente están entre los más pobres de los pobres.